Cuatro fórmulas para no morir en soledad

Se llamaba Amanda y llevaba muerta cinco años, tendida en el suelo de la cocina de su casa, en Madrid. Ningún vecino se había percatado de que esta mujer de 83 años había sufrido un ictus mortal. La policía halló su cadáver, momificado, tras un aviso de su sobrina, que vive en Israel. Ocurrió hace un mes. Es el ejemplo más extremo del aislamiento y cada cierto tiempo se difunde un nuevo caso.

Los mayores a los políticos: “Si quieren resolver el problema de la soledad, que nos escuchen”

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), el geriatra Juan Manuel Martínez Gómez, reclama a los partidos políticos que concurren a las elecciones autonómicas y municipales del próximo 26 de mayo que “primero escuchen a las personas mayores” para poner fin al “grave problema” de la soledad no deseada de este colectivo, que “afecta al 40%” de las personas de más de 65 años en España.

Sube hasta el 53% los jóvenes de 25 a 29 años que viven con sus padres

Así, en 2013, el porcentaje en esta franja de edad se situaba en el 48,5% hasta llegar el año pasado al 53,1%. También ha aumentado el porcentaje de personas de 30 a 34 años que vivían con sus padres o con alguno de ellos, que se situó el año pasado en el 24,7%, con un incremento de 4,2 puntos desde 2013, cuando se situó en el 20,5%.

 

China ensaya fórmulas para mitigar la soledad de su envejecida población

Al ritmo del envejecimiento, aumentará también la proporción de dependientes por trabajador. Algo que conllevará también un cambio del tejido social. Tradicionalmente, ocuparse de los mayores era una tarea que recaía sobre las siguientes generaciones. La tradición confuciana lo dicta y la ley china incluso lo obliga: teóricamente, si los hijos no atienden las “necesidades físicas y espirituales” de sus padres pueden acabar en la cárcel.

Soledad, el sentimiento del 70% de los mayores que viven acompañados

La soledad es un sentimiento subjetivo que afecta de forma invisible a las personas, sobre todo en las últimas etapas de la vida. Según Albert Quiles, director de la Fundación Amics de la Gent Gran, dos de cada tres mayores de 85 años, denominados como «cuarta edad», viven solos, con estados de salud y movilidad muy frágiles que les impide salir a la calle y relacionarse, lo que les repercute en un aislamiento social.