En un intento de ser positivos y buscar el "lado bueno" a la crisis económica que tanto daño está causando en nuestro país, sin duda se puede afirmar que la familia española ha dejado patente su gran fortaleza ante cualquier adversidad.

En un intento de ser positivos y buscar el "lado bueno" a la crisis económica que tanto daño está causando en nuestro país, sin duda se puede afirmar que la familia española ha dejado patente su gran fortaleza ante cualquier adversidad.
Dice el saber popular: “¿La familia?, la Sagrada y en un marco”; pero hoy debemos tomarla como ejemplo. Todo indica que pasados los seis millones de parados, caminamos inexorablemente hacia los siete. Y los que se ofrecieron a evitar este hundimiento total no parecen saber parar la sangría, por más que supliquen que les dejemos un ratito más usar su mayoría absoluta (curiosa por cierto, pues tienen más del 50% de “padres de la patria” con solo el 33% de los votos de “hijos de la patria” votantes).
El 84 por ciento de los españoles considera que los pequeños gestos cotidianos de los seres queridos o de los amigos son los que marcan la diferencia por encima de grandes homenajes en días señalados, conformando así una parte muy importante de nuestros mejores recuerdos.
La violencia contra los menores en el ámbito familiar está aumentando por las situaciones de tensión y desesperación que se viven en muchos hogares afectados por la crisis económica, según coinciden expertos del ámbito judicial y de organizaciones de defensa de la infancia.
El Gobierno de Navarra ha autorizado en su sesión de este martes la convocatoria de ayudas económicas por excedencia para el cuidado de hijos menores de edad o de familiares de primer grado mayores de edad que requieran atención directa, continua y permanente por enfermedad o accidente.
La Fundación Alternativas ha presentado en un documento de Alessandro Gentile, Doctor en Sociología, una diagnosis articulada de la emancipación juvenil en España que analiza las dificultades que los jóvenes españoles entre 20 y 34 años han estado padeciendo para encontrar trabajo, vivienda y autonomía personal desde antes que empezara la crisis, con el resultado de una mayor vulnerabilidad social que podría llegar a quebrar la sostenibilidad del Estado de Bienestar en un futuro no muy lejano.