Según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación Ramón Areces. La mujer ha pasado de ser la sustentadora principal en el 13,7 % de los hogares en 1980 a serlo en el 33,6 % de ellos en 2017.

Según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación Ramón Areces. La mujer ha pasado de ser la sustentadora principal en el 13,7 % de los hogares en 1980 a serlo en el 33,6 % de ellos en 2017.
Tan antiguo como amar es querer también contarlo. Y tan español es decir como temer el qué dirán. Sobre estas dos realidades oscila hoy un suceso, una muerte, en la que convergen muchas otras certezas y otras tantas incertidumbres: el velocísimo desarrollo tecnológico en ningún caso comparable al ritmo de asunción digital que demostramos los seres humanos, el exhibicionismo rampante desde que nos invadieron -invadimos- las redes sociales, las ya hace tiempo tecnosexualizadas relaciones sentimentales -apps para ligar, para consentir o romper, sexting, cibersexo- y una serie de consecuencias -linchamientos, pornovenganzas, ghosting, orbiting– para las que, según los expertos, no estamos en absoluto preparados.
Nada ha golpeado tanto la imagen de Nike en los últimos años como el pequeño Colt en las primeras páginas del NY Times. Un bebé enfermo sin su madre en el hospital; un bebé víctima de la política de patrocinio de la marca. A principios de 2010, pese a los problemas de salud de su hijo recién nacido, Kara Goucher, subcampeona del mundo de 10.000 metros en Osaka 2007, necesitó salir a entrenar, volver pronto a competir, para recuperar su sueldo.
Un estudio epidemiológico llevado a cabo por investigadores del Instituto de Salud Carlos III, pertenecientes a CIBERESP y el grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, y financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), ha evidenciado que una ingesta calórica elevada puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, mientras que la restricción calórica podría ejercer un efecto preventivo.
«Tener descendientes condiciona de forma significativa la senda salarial esperada en las mujeres con un mayor impacto negativo hasta los 42-43 coincidiendo con la edad fértil», según el estudio.
Un estudio ha medido las llamadas que recibieron hombres y mujeres con los mismos currículums para cientos de ofertas de trabajo: tanto si eran seleccionados por la empresa como el orden de preferencia en las llamadas. En general, las mujeres tienen un 30% menos de probabilidades de ser llamadas para un proceso de contratación que los hombres con las mismas características. Si se mide la preferencia dado el orden de las llamadas, las mujeres con hijos afrontan una probabilidad un 47% inferior de ser seleccionadas que los hombres en la misma situación.