Un estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores del Langone Medical Center de la Universidad de Nueva York sugiere que las personas que están casadas son mucho menos propensas a desarrollar cualquier tipo de enfermedad cardiovascular, en comparación con las personas solteras, viudas o incluso divorciadas.
El último gran fenómeno de no ficción en las listas americanas, ‘El club de las mujeres felices: la búsqueda mundial de una mujer para encontrar los secretos del matrimonio perfecto’, debutó la pasada semana en el puesto número 3 de la lista de los más vendidos de The New York Times y se ha ganado no pocos detractores por su visión de las relaciones entre hombres y mujeres.
Han cambiado los comportamientos, la estructura de la pirámide poblacional y también las familias, mucho más numerosas que 20 años atrás pero con menos integrantes. La media es de 2,6 personas por hogar. La natalidad se ha moderado, la mortalidad sigue cayendo y ello deriva en un importante envejecimiento de la población, que es la principal característica de esta sociedad en crisis.
Las familias monoparentales masculinas suponen una “realidad emergente” en España, motivada, entre otros factores, por una redistribución de los roles familiares y el aumento del número de hombres que deciden solicitar la custodia de sus hijos tras una ruptura conyugal.
Las personas solteras o divorciadas con hijos jóvenes prosiguen su ascenso imparable en Euskadi frente a la familia tradicional. Es la conclusión que se desprende de la última encuesta de población y viviendas del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos resultados definitivos se conocieron el pasado mes de diciembre y confirman, entre otros cambios, uno llamativo: el aumento de los padres y las madres sin una relación estable que tienen a su cargo menores de 25 años. Esos hogares monoparentales -cuya presencia no deja de crecer entre los perceptores de ayudas sociales- casi se triplicaron en el País Vasco entre 2001 y 2011, pasando de 14.093 a 39.677, respectivamente.
Fieles de toda Europa han asistido desde primera hora de la mañana en la Plaza de Colón de Madrid a la festividad de la Sagrada Familia, una celebración que concluirá al mediodía con una misa presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.