It’s hard to be a parent. And there is mounting evidence that when it comes to making our children less anxious, we are getting it wrong. Our kids are reporting greater levels of anxiety than ever before.

It’s hard to be a parent. And there is mounting evidence that when it comes to making our children less anxious, we are getting it wrong. Our kids are reporting greater levels of anxiety than ever before.
Así lo pone de manifiesto un estudio elaborado por la Universidad de Oviedo y la Consejería de Educación de Asturias en el que se advierte que, aunque la implicación familiar en el proceso educativo es positiva para el alumnado, hay formas de involucrarse que pueden ser «perjudiciales». Se refiere, sin nombrarlos, a los padres helicóptero, como se conoce a esos progenitores que sobrevuelan constantemente sobre la vida de sus hijos tratando de tenerlo todo bajo su control.
Los padres dicen que han tratado a todos sus hijos por igual. Los hijos lo ven desde otra perspectiva y, casi siempre, hablan de diferencias de trato respecto de sus hermanos.
I have a deep desire to connect with other moms — share in struggles and joys, laugh together through the tears over the absurdity of it all. I work hard to create that village that everyone is saying no longer exists. Instead, though, this never-ending motherhood contest that society has forced us into means that my friends don’t feel their struggles are worthy of sharing with me. They don’t have more than one kid, they don’t have twins, they don’t, they don’t, they don’t… They belittle their legitimate struggles and heartaches because they somehow feel it isn’t enough to be worked up over.
Los «Bebés Arcoíris»son aquellos que nacen tras la pérdida de un hijo anterior, bien por un aborto durante el embarazo, o una muerte poco tiempo después del parto. Estos niños, explica Sabina del Río, psicóloga especialista en maternidad y directora del centro Calma, «vienen a simbolizar que, tras el terror y la oscuridad que deja una tormenta, viene algo bonito con luz y color. Su existencia va íntimamente ligada a la lluvia. No hay arcoíris sin que previamente no haya habido lluvia».
El primer freno es la pareja o más bien no tenerla. Casi la mitad de las madres (47,6%) y algo más de la mitad de los padres (54,25%) retrasan hasta cuatro años su deseo de tener descendencia en España. Hombres y mujeres argumentan que el principal motivo para no embarcarse en la crianza es la ausencia de una relación de pareja estable.