Hemos cumplido cinco años como padres. Cinco. Sí, sé que son pocos, pero nosotros ya hemos entrado en esa fase en la que todo lo vivido hasta el momento se dulcifica –y se idealiza– estrepitosamente.

Hemos cumplido cinco años como padres. Cinco. Sí, sé que son pocos, pero nosotros ya hemos entrado en esa fase en la que todo lo vivido hasta el momento se dulcifica –y se idealiza– estrepitosamente.
Los videojuegos y los likes en las redes sociales ocupan cada vez más tiempo de la vida de los jóvenes. La Comunidad de Madrid ha tratado a 2.386 personas en 2018, de las que 1.583 son adolescentes entre 12 y 17 años que hacen un uso inadecuado, abusivo o dependiente de las tecnologías y que reciben tratamiento acompañados de sus familias.
Es la primera pregunta, aparentemente debía ser la más sencilla pero ha terminado por ser la más polémica. “1.- Sexo: 1) Chico 2) Chica 3) ‘Otras opciones’”. La están respondiendo durante todo este mes escolares de 9 y 10 años y de 13 y 14 en los centros educativos navarros dentro de la encuesta socioeconómica y cultural que la consejería de Educación lleva a cabo cada año.
A la palabra confianza solo le falta dos de las cinco vocales: la e de educar y la ude unión. Esa unión que hace falta para trabajar en equipo. La unión que hace falta para educar a nuestros hijos con confianza en casa y en la escuela.
En La escuela que quiero (Destino), Romera hace hincapié en la necesidad de transformar la educación con los niños y no para los niños. El matiz es importante, porque su apuesta pone al niño en el centro, lo convierte en protagonista. Por ahí, precisamente, empieza la escuela que quiere.
Los resultados de un nuevo estudio, realizado en el Reino Unico por la empresa de datos y opinión pública YouGov, revelan que, además de moldear nuestras personalidades, el orden en el que llegamos al mundo puede cambiar la percepción que tenemos sobre nosotros mismos.