Sólo el 49% de los estudiantes universitarios españoles finaliza la carrera en el tiempo previsto. El resto se retrasa unos años, algunos se eternizan y otros terminan abandonando los estudios que comenzaron.

Sólo el 49% de los estudiantes universitarios españoles finaliza la carrera en el tiempo previsto. El resto se retrasa unos años, algunos se eternizan y otros terminan abandonando los estudios que comenzaron.
Los jóvenes españoles están perdiendo la batalla por la vivienda. La emancipación en solitario con una única fuente de ingresos es poco probable por debajo de los 30 años. Tan solo el 19,3% lo había conseguido a finales de 2017 (en 2008 eran el 26%), según los últimos datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).
El efecto del abuso de pantallas entre los más jóvenes es todavía un campo de investigación muy nuevo y controvertido. Pero los primeros estudios que se están realizando para analizar sus consecuencias deben tomarse como una llamada de atención, porque hay señales que indican que lastra el desarrollo cognitivo de los menores.
En el documento Presupuestos con la gente dentro, Unidos Podemos otorga a este asunto uno de sus 17 apartados y pide al Estado que “asuma su responsabilidad en la protección de la ciudadanía respecto a este sector, más cercano a la depredación que al entretenimiento”.
El 67% de los universitarios españoles que se disponen a continuar sus estudios con un máster no trabajaría por menos de 20.000 euros al año tras acabar la universidad, aunque los datos reflejan que la media de ingresos hasta los 29 años no supera los 12.000 euros anuales y que el 60% de los jóvenes con un máster ni se aproxima a los 1.600 euros al mes.
Según indica The Family Watch, citando datos de su VII Barómetro de la Familia 2018, la ludopatía afecta a “más de un millón” de personas en el mundo y “ha crecido entre los jóvenes en los últimos tiempos como consecuencia, entre otros motivos, del auge de las apuestas deportivas”.