Mientras en las Cortes se trabaja para alcanzar un pacto de Estado educativo, el Gobierno prepara un nuevo cambio para desmontar otra pieza de la Lomce, esa ley inicialmente concebida para elevar el nivel de exigencia en las aulas españolas.

Mientras en las Cortes se trabaja para alcanzar un pacto de Estado educativo, el Gobierno prepara un nuevo cambio para desmontar otra pieza de la Lomce, esa ley inicialmente concebida para elevar el nivel de exigencia en las aulas españolas.
“Dame PIN”. La frase se pronuncia como un salvoconducto. La repiten, a modo de saludo, los que van a apostar a un local de Moncloa muy cerca de Ciudad Universitaria. Es un hormiguero de estudiantes. El chico que ha preguntado por el PIN es un universitario seriecito. Son las siete de la tarde y acaba de salir de clase. Aquí nadie enseña el DNI para entrar, pero sí para poder meter dinero en las máquinas que registran las apuestas.
Everywhere you look, there are articles and books being written about the generational workplace shakeup that has been taking place in recent years due to the introduction of Millenials and Generation Z into the workforce amidst Baby Boomers and Generation X. However, there is another generation of workers who are fighting different battles and they aren’t being talked about. In fact, perhaps you are a member of this generation without even knowing.