David, el padre que sacó a su hijo del colegio para hacerse millonario jugando al Fortnite

Hacer pellas para quedarse en casa jugando a videojuegos solía un (justo) motivo de castigo para muchos jóvenes que crecieron en la década de los 90 y los 2000. El hecho de que fuera el padre del chaval quien invierta cinco millones de pesetas en un ordenador y periféricos y anime a su hijo a quedarse en casa jugando al ordenador 10 horas al día se consideraría un absoluto delirio. Un mundo al revés que levantaría la libre en los servicios sociales.

Una sociedad tecnológica con cuerpo y alma

El mundo globalizado, intensivo en la utilización de tecnología, no es necesariamente un mundo mejor. Y dado que a lo largo de los tiempos se ha supuesto siempre que el conocimiento y la profundización en el mismo contribuirían a la felicidad general, merece la pena preguntarse qué está pasando para que no sea así.