“Está siempre conectado al WhatsApp o Facebook”, “no levanta los ojos del móvil”, son frases comunes entre los padres que creen que sus hijos usan demasiado las nuevas tecnologías.

“Está siempre conectado al WhatsApp o Facebook”, “no levanta los ojos del móvil”, son frases comunes entre los padres que creen que sus hijos usan demasiado las nuevas tecnologías.
“No use la tecnología como un chupete emocional; el móvil puede ser muy efectivo para mantener a los niños tranquilos y callados pero no debe ser la única forma en que aprendan a calmarse; los niños necesitan que se les enseñe cómo identificar y manejar las emociones fuertes”.
Tras analizar 5.855 aplicaciones Android dirigidas a niños, los investigadores encontraron que el 57% vulnera claramente su privacidad, al menos según la ley federal que protege a los menores en Estados Unidos, la Children’s Online Privacy Protection Act (COPPA).
Es innegable que Internet ha cambiado la manera en que nos comunicamos, relacionamos y aprendemos. Ya no vivimos ni trabajamos del mismo modo que años atrás. El acceso a la información global es un avance extraordinario para todos y necesario en la formación de los niños, aunque también trae consigo aspectos más oscuros como la adicción a la red, siendo el conjunto más vulnerable el de los jóvenes.
Tener un uso seguro de las nuevas tecnologías y fomentar en la infancia y la adolescencia una utilización digital responsable de la ciudadanía digital. Ese el principal objetivo de PantallasAmigas, dirigido por Jorge Flores, una plataforma que pretende llegar, también, a docentes y familias.
Lasén lleva estudiando el impacto de los móviles en nuestra vida cotidiana desde los primeros Nokia, y al preguntarle si los smartphones están acabando con la paciencia, ve en la discusión que estaba teniendo con su hijo el mejor ejemplo: “Se enfadó porque porque me dejé el móvil en casa y llevaba dos horas queriendo localizarme… ¡Y cree que le debo una disculpa!”, explica la experta.