El peso demográfico de los hermanos medianos ha ganado importancia relativa en el contexto del alarmante descenso continuado de la natalidad en España. Cada vez nacen menos niños, pero esos pocos niños que ven la luz lo hacen, en mayor proporción que antes, en familias con hijos. Ni el unigénito, ni la parejita están sosteniendo la natalidad.
