El marido de Ana María tiene glioblastoma multiforme de cuarto grado. Quiere que se ponga rostro a la otra realidad de la que parece que los políticos se olvidan cuando hablan de eutanasia. Ella tuvo que dejar su trabajo para cuidarle sin ayuda económica alguna.
Tras anunciarlo reiteradamente en las redes sociales, donde llegó a publicar un vídeo desde la cama de un hospital sin especificar por qué estaba ingresada, Noa Pothoven, una adolescente holandesa de 17 años, puso el pasado domingo fin a su vida.
En España la creación de unidades de cuidados paliativos en los centros sanitarios se ha estancado hasta caer a niveles como los de Rumanía, mientras otros países de la Unión Europea han promovido el acompañamiento a los enfermos y el alivio de su dolor.
Durante 2017, en España 318.442 precisaron cuidados paliativos, y, de esta cifra, 129.500 requerían cuidados especializados, sin embargo, “siendo optimistas”, solo tuvieron acceso 51.800 personas, afirman desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL), que denuncian con “preocupación” el aumento de personas que siguen sin recibir estos cuidados.