Algunas semanas parece que hay tiempo para todo. Sin embargo, otras semanas es necesario encerrarse a trabajar y rechazar todas y cada una de las actividades sociales que se cruzan por nuestro camino. Esta suele ser a grandes rasgos la vida de un trabajador a tiempo completo.
Cerca de 90 millones de niños menores de un año viven en lugares donde el padre no tiene derecho a un solo día de permiso remunerado para cuidar de ellos. Casi dos terceras partes de los bebés en esta franja de edad en todo mundo, según un reciente análisis de Unicef, residen en los 92 países que carecen de políticas nacionales que garanticen una baja para los hombres.
Pese a que los días de asueto nunca parecen suficientes, lo cierto es que España no es la peor parada en cuanto a días hábiles retribuidos anuales si los comparamos con otros países. En línea con lo exigido por la Unión Europea -que cifra en al menos cuatro semanas el tiempo de descanso remunerado al año- los empleados españoles cuentan con 22 días laborables libres al año, quitando los festivos y los domingos -si bien varían en función del convenio colectivo aplicable-.
Diferentes asociaciones han reivindicado, con motivo del Día de los Abuelos, que se celebra este jueves 26 de julio, el papel de los mayores en la sociedad, con el fin de que tengan una mayor visibilidad, más allá del entorno familiar.
Confidentes, padres, amigos y entrañables protectores de todo aquel que les rodea, guardianes de los más pequeños. Los abuelos son, en muchos casos, el ingrediente que da sabor a las familias. Un rol clave que se celebra en el calendario católico con el Día de los abuelos el 26 de julio por un sencillo motivo.
Joaquín Pérez Da Silva, Secretario General de la Unión Sindical Obrera, USO, ha sido el protagonista de nuestro encuentro en el que se ha ido desgranando las claves de para la mejora del trabajo y de cómo se debe poner a las personas en el centro de las políticas laborales.