Los jubilados comenzarán el año con sus nóminas congeladas. El Gobierno se guardó el as en la manga de las pensiones para presionar a sus aliados en las negociaciones para formar un nuevo Gobierno, consciente de que verse las caras con un «ejército» de pensionistas y afrontar la culpa de que sus nóminas no crezcan con el nuevo ejercicio no es el escenario ideal para nadie.
