Cada vez es más frecuente escuchar que posiblemente por primera vez en la Historia, las nuevas generaciones, cuyos miembros pelean por introducirse en el mercado laboral, van a vivir en peores condiciones que sus progenitores. Nunca hasta ahora ‘joven’ y ‘pobre’ habían estado tan cerca de ser términos sinónimos, según las estadísticas salariales.
