Las drogas están alrededor de nuestros hijos, y esto es una realidad que los padres no debemos ni podemos obviar. Están tan cerca de nuestros hijos que a veces están hasta en nuestra propia casa. No, no lo digo para asustar, lo digo sencillamente con la finalidad de que los padres abramos los ojos y sepamos qué decir y cómo actuar.
