Mujeres atrapadas en las redes digitales

Las nuevas tecnologías crean nuevas formas de comunicarse y relacionarse, propagan el mundo, lo bueno y lo malo, reproduciendo por tanto con otras formas pero el mismo fondo el grave problema de la violencia machista. El uso de estos recursos ha ampliado el perímetro en el que se puede producir esta violencia, entendida no como agresión física sino psicológica, como el afán de control o venganza. Por ello, el Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial incluyó el pasado mes de noviembre los nuevos delitos de acoso y sexting en la Guía de Criterios de Actuación Judicial frente a la Violencia de Género.

Uno de cada veinte españoles tiene una “fuerte adicción” al móvil

Una de cada veinte personas sufre adicción al móvil, el decir el 5 % de la población española, mientras que el 15,4 % hace un uso del teléfono móvil “muy elevado” que indica “riesgo de padecer complicaciones”.

Esta es la principal conclusión de una investigación, que también señala que la depresión suele convivir con el abuso de este dispositivo, en la que han participado la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y la Universidad San Ignacio de Loyola (Perú).

España, Inglaterra e Italia, un nicho de niños «ciberacosadores»

España, Inglaterra e Italia son los países donde más niños “ciberacosadores” hay, a tenor de un trabajo desarrollado por especialistas y financiado por el programa “Erasmus +” de la UE. La investigación, que ha estado liderada por docentes de psicología de las universidades de Coimbra (Portugal) y de Manchester (Inglaterra), refleja, tras las encuestas, que en torno a una cuarta parte de los escolares españoles, ingleses o italianos han practicado “ciberacoso” de manera consciente.
El proyecto ha sido desarrollado en España, Portugal, Inglaterra, Turquía, Chipre, Noruega, Italia y República Checa, según el comunicado difundido por la Universidad lusa.

La adicción al juego va ligada a otros trastornos y se dispara entre los jóvenes

Se las conoce como adicciones conductuales. No hay una sustancia concreta a la que engancharse, como ocurre con las drogas, pero sí se produce en la persona una dependencia similar a las provocada por la ingesta de estupefacientes. La adicción conductual se ha hecho más visible en una sociedad rendida al uso de las nuevas tecnologías, donde la adicción al juego ha encontrado un nuevo filón. El ordenador o los teléfonos inteligentes son la herramienta, como lo es la jeringuilla para el adicto a la heroína o el bar para el alcohólico.