El autor trata de mostrar en este estudio la importancia del padre en un número representativo de adolescentes, fijándose especialmente en cómo influye el capital humano, el capital social y el comportamiento como modelo, todo ello en unas circunstancias históricas en las que la presencia del padre no es todo lo frecuente que sería deseable, al tiempo que la presión social para que cumpla con su función es cada vez mayor.
