Madres sobre las que recae esa atención a sus padres que, ya mayores, necesitan cuidados, tantas veces todas las horas del día y de la noche, y a sus hijos, que todavía pequeños no pueden tampoco estar solos, y además están obligadas a rendir en sus trabajos.
Un aplauso para la generación sándwich

La realidad va por una cuesta mucho más difícil de subir.
Fuente: La Voz de Galicia, 5 de febrero de 2015.
Fuente: La Voz de Galicia, 5 de febrero de 2015.