El incremento de turistas registrado en nuestro país el pasado mes de julio y el buen comportamiento de la balanza comercial son datos macroeconómicos que permiten un respiro en la percepción de la crisis. Pero junto a estos datos positivos se han conocido otros que dan una medida diferente de las verdaderas consecuencias de la crisis: por primera vez ha descendido la esperanza de vida en nuestro país y ocho de cada diez jóvenes menores de treinta años vive en casa de sus padres. Mientras que los buenos datos son coyunturales los malos pueden convertirse en estructurales, consecuencia de las medidas adoptadas en los últimos años.
Desajustes sociales

"Solo dos de cada diez jóvenes consiguen independizarse, mientras que los ancianos se enfrentan a recortes paulatinos."
Fuente: Fernando Lussón - El Correo Gallego, 23 de agosto 2013.
Fuente: Fernando Lussón - El Correo Gallego, 23 de agosto 2013.