«Me evadía de la realidad y me olvidaba incluso del tiempo». Daniel sólo necesitaba una pantalla y un mando de control para abandonar su papel en la vida real y recrearse en un mundo de acción y aventuras de la mano de personajes con armaduras de cuero o hielo, sobreviviendo en mazmorras, valiéndose de la magia para vencer a los enemigos. Así pasaba horas y horas, enganchado a los videojuegos.
Así es el Proyecto Hombre de los adictos a los videojuegos

Para el diagnóstico, este comportamiento debe darse por un periodo de al menos 12 meses.
Fuente: Laura Tardón - El Mundo, 3 de mayo de 2019.
Fuente: Laura Tardón - El Mundo, 3 de mayo de 2019.