Por qué los padres también deberían ponerse límites en la relación con sus hijos

El miedo al mundo exterior empuja a los progenitores a querer controlar la vida de sus descendientes.

Fuente: Mario Izcovich - La Vanguardia, 4 de mayo de 2017.

“No sé con quién sale mi hijo, ni qué hace cuando no está en casa. Me gustaría saber con quién chatea y a quién conoce en internet. Cada vez que llega a casa le pregunto qué ha hecho en todo el día y no me explica nada. Se cierra en banda. A veces reviso sus cosas o le controlo el ordenador”.




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