El calor disminuye la sensación de apetito y los cambios en la dieta provocan cambios en los hábitos alimenticios, lo que puede dar lugar a desequilibrios dietéticos.
La falta de hambre en verano puede provocar un desequilibrio dietético

Con la llegada del calor, se reducen las ganas de comer, lo que puede llegar a suponer un grave peligro para la salud.
Fuente: S.F. - ABC, 12 de agosto de 2019.
Fuente: S.F. - ABC, 12 de agosto de 2019.