Cómo no acabar con la violencia machista

La primera medida es llamar a las cosas por su nombre: eso son faltas éticas, algunas de gran importancia.

Fuente: Antonio Argandoña - IESE, 16 de julio de 2017.

Con la violencia machista, y con el bullying, y con tantas otras aberraciones morales de nuestros días, también en nuestras empresas. No se acabará con cursillos y seminarios, ni con leyes y penas.




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