Estos niños, además, pueden escuchar que hay más jaleo en las calles, los villancicos; tocar los adornos, oler los puestos de castañas… Las familias deben hacer lo posible por que sus hijos invidentes participen de todas las actividades que conlleva la Navidad. Hay que acercarles a todo aquello que no pueden ver, pero sí sentir. La forma de hacerlo es llevándoles in situ a los sitios donde se lleva a todos los niños en estas fechas y contarles y describirles el entorno y, si es posible, que palpen aquello que sea referente de la Navidad.
Tres niños invidentes cuentan cómo ven la Navidad

Varias familias explican de qué modo viven estas fechas con unos hijos que tienen el corazón cargado de ilusión.
Fuente: Laura Peraita - ABC, 24 de diciembre 2014.
Fuente: Laura Peraita - ABC, 24 de diciembre 2014.