Elena Roger, pedagoga y experta en educación, afirma en un artículo en SoloHijos.com que nunca hay que ignorar a un hijo cuando tiene una rabieta porque, aunque al final deje de llorar por cansancio, lo hará “frustrado y triste por no sentirse comprendido”.
Ignorar una rabieta puede llevar a los hijos a encerrarse más en sí mismos

"Un niño con sus necesidades emocionales satisfechas, es más racional que otro que ha de luchar por conseguirlas."
Fuente: Ana Minguella - Te Interesa, 17 de febrero 2014.
Fuente: Ana Minguella - Te Interesa, 17 de febrero 2014.