El nivel de estudios de los progenitores influye en la frecuencia con la que sus hijos toman alimentos relacionados con la obesidad. Los niños de padres con bajo y medio nivel educativo comen menos verduras, frutas y más productos procesados y bebidas azucaradas.
Los padres con más estudios alimentan mejor a sus hijos

Recomiendan a los padres que ofrezcan una amplia variedad de alimentos y eviten usar la comida como un premio o castigo.
Fuente: El Economista, 27 de marzo 2013
Fuente: El Economista, 27 de marzo 2013