Vallas al campo del infortunio

Los niños de ahora llevan las rodillas sin apenas marcas de costras y lucen menos cicatrices punteadas.

Fuente: Berta González de Vega - El Mundo, 7 de enero 2013.

Vivimos un mundo muy raro. En general, en Occidente, llevamos una vida tan aburrida y confortable que los hay que buscan el chute de adrenalina poniéndose retos que dejarían a una madre de tribu africana con la boca abierta al saber que se hacen por placer: correr maratones por el desierto, ascender montañas sin oxígeno, tirarse de un puente con un arnés.




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